Viviendo un día a la vez con fe y esperanza

El año 2019 se publicó mi historia de esperanza que se llamaba “Embarazo con Wäldenstrom, si es posible”, y efectivamente así fue, y mi pequeño hijo que nació el mismo año de mi diagnóstico, hoy tiene 10 años, y está muy bien de salud.

Quiero contarles, que después del nacimiento de mi hijo, él se transformó para mi, en una luz de esperanza, y sumado a todo el apoyo que he recibido de la IWMF, de mi médico tratante, el Dr. Jorge Castillo de Dana Farber, Boston, de mis médicos locales en Chile, actualmente la Dra. Silvana Vásquez, mi enfermedad ha sido tremendamente bien llevada o llevadera.

En este tiempo, desde que escribí mi historia el año 2019, he vivido momentos dolorosos y complejos, como el fallecimiento de mi madre en junio de 2022, a sus 64 años. Ella era mi principal cuidadora, y posterior a su funeral, me hospitalicé de urgencia antes de mi segundo tratamiento porque mis niveles de IgM estuvieron del orden de 9.400, la viscosidad de la sangre en 6,2 y las proteínas totales en 11. Ya que tengo el síndrome de hiperviscosidad de la sangre, primero me hicieron 03 procesos de plasmaféresis, y luego me sometí inmediatamente a quimioterapia con 6 ciclos de B&D que fueron desde julio a diciembre de 2022. Gracias a Dios toleré muy bien mi tratamiento, y ese mismo semestre tuve que lidiar con un proceso de separación de mi pareja con la que había compartido 11 años de mi vida, y el padre de Mateo.