
MACROGLOBULINEMIA DE WALDENSTRÖM
Síntomas: Macroglobulinemia de Waldenström
La macroglobulinemia de Waldenström puede presentar una variedad de síntomas que suelen desarrollarse lentamente. Algunas personas pueden experimentar fatiga, pérdida de peso inexplicada, sudores nocturnos y dolor en los huesos. También pueden presentarse infecciones recurrentes debido a la reducción de la función inmunológica. Sin embargo, cada paciente puede manifestar síntomas de manera diferente, y algunos pueden no presentar signos evidentes en las primeras etapas de la enfermedad. Es importante consultar a un especialista si se experimentan síntomas persistentes o inusuales.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la macroglobulinemia de Waldenström?
La macroglobulinemia de Waldenström (MW) es de progresión lenta y puede no presentar signos ni síntomas durante muchos años. Una de cada cuatro personas (25 %) es asintomática, es decir, no presenta síntomas, al momento del diagnóstico. A menudo, los médicos detectan la MW cuando una persona se realiza un análisis de sangre por alguna otra razón.
Incluso después del diagnóstico, es posible que no presente síntomas durante muchos años. Los primeros síntomas más comunes de la WM son debilidad y fatiga debido a la anemia. La anemia es una afección en la que la persona carece de suficientes glóbulos rojos para transportar el oxígeno adecuado a los órganos del cuerpo. Otros síntomas comunes de la WM suelen incluir:

¿Cuáles son las complicaciones de la macroglobulinemia de Waldenström?
Existen diversas complicaciones de la WM que pueden presentarse en algunas personas y causar síntomas. Estas complicaciones incluyen:
Síndrome de hiperviscosidad: Con la WM, el cuerpo produce niveles anormalmente altos del anticuerpo IgM. Tener niveles altos de IgM en la sangre la hace espesa o viscosa, lo que dificulta el flujo sanguíneo, especialmente en los vasos sanguíneos pequeños.
Los médicos pueden controlar la viscosidad de la sangre mediante un análisis de sangre llamado prueba de viscosidad sanguínea (o sérica). Normalmente, los síntomas del síndrome de hiperviscosidad no se presentan a menos que el nivel de viscosidad de la persona esté significativamente elevado. Sin embargo, esto puede variar considerablemente de una persona a otra.
Algunos de los síntomas más comunes del síndrome de hiperviscosidad son:
Enfermedad por crioaglutininas
Algunas personas con WM presentan anticuerpos anormales que reaccionan al frío. Alrededor del 10 % de las personas con WM presentan un tipo particular de anticuerpo sensible al frío en la sangre que provoca que los glóbulos rojos se aglutinen a bajas temperaturas y sean destruidos por el organismo. Esto puede provocar una afección llamada anemia hemolítica, en la que los glóbulos rojos se destruyen más rápido de lo que se producen. Los síntomas de la enfermedad por crioaglutininas pueden incluir:
Crioglobulinemia
Las crioglobulinas son otro tipo de anticuerpo sensible al frío que pueden presentar algunas personas con WM. Cuando la temperatura corporal desciende por debajo de lo normal, las crioglobulinas forman grumos gelatinosos que obstruyen el flujo sanguíneo, especialmente en zonas expuestas directamente al frío, como las yemas de los dedos, las orejas y la nariz. La crioglobulinemia puede causar síntomas como:
Amiloidosis
Este grupo de enfermedades raras se presenta cuando una proteína anormal, llamada amiloide, se acumula en los órganos e interfiere con su funcionamiento normal. Muchas proteínas diferentes pueden provocar depósitos de amiloide, pero solo unas pocas se han relacionado con problemas de salud graves. El tipo de proteína y el lugar donde se acumula indican el tipo de amiloidosis que padece.
Los depósitos de amiloide pueden acumularse en todo el cuerpo o en una sola zona. Los órganos que pueden verse afectados incluyen el corazón, los riñones, el hígado, el bazo, el sistema nervioso y el tracto digestivo. Los síntomas de la amiloidosis pueden incluir:
